Cualquier tipo de estudio aumenta la actividad cerebral, pero la música, con su peculiar forma de implicar ambos hemisferios cerebrales, crea nuevas conexiones neuronales especialmente útiles y beneficiosas, por eso te ofrecemos nuestras clases de violín para niños en Valencia.
Distintos estudios realizados en Suiza y Alemania (Hamburgo) han demostrado que los alumnos que reciben una educación musical reforzada sacan mejores notas sobre todo en lengua y Matemáticas, aprender a tocar un instrumento multiplica las conexiones neuronales
Los científicos han descubierto fases de desarrollo en que los niños aprenden determinadas habilidades de forma especialmente rápida: la motricidad, el lenguaje, la música….Estas etapas sensibles se llaman ventanas neuronales y se van cerrando una vez pasada la edad óptima. Así, la mejor época para aprender a tocar un instrumento se sitúa entre los tres y los diez años, aunque esto no quiere decir que más tarde todo esté perdido. El Conservatorio, es el sitio indicado para una enseñanza musical perfecta, encaminada a preparar profesionales de la música, es como “la Universidad de la música”. Pero ¿Cuántos niños de siete u ocho años saben si algún día querrán hacer de la música su profesión?
Existen excelentes alternativas al conservatorio, tanto públicas como privadas: escuelas, academias y talleres que acercan a los niños desde edades muy tempranas al mundo de los ritmos y las melodías, de forma lúdica y sin presión alguna. Los alumnos que tengan auténtico talento, aún están a tiempo a los doce o catorce años para pasar al conservatorio, accediendo, tras un examen de ingreso, al grado medio de la carrera. Suzuki, violinista japonés, recientemente fallecido, revolucionó la enseñanza de los instrumentos de cuerda, especialmente del violín.
Las clases parten de una adaptación del método Suzuki, se basa en la suposición de que todos los niños tienen igual aptitud para aprender música que para aprender a hablar. Si, por cualquier razón un niño de tres años aún no hablase, nadie lo daría por imposible, alegando que no tiene talento. Cualquier niño rodeado de un ambiente musical y con padres que le den confianza, aprenderá a tocar el violín de la misma forma que aprende a hablar.